En lo personal, me gusta mucho la física cuántica, porque esto me ofrece un Universo aún más grande de posibilidades y sobre todo porque para mí, la física cuántica es lo mismo que la Metafísica.
Ambas son ciencias, aunque considero que es mucho más probable que una persona haya escuchado hablar o mencionar Física Cuántica que Metafísica. Para mi es así, porque al final de cuentas ambas aseveran lo mismo.
Estamos compuestos de átomos, átomos que a su vez tienen toda una nube de electrones, en su centro sus protones y neutrones y desde luego, partículas más pequeñas como los quarks, todo ello en un orden. A su vez estos átomos forman nuestras células y parece mentira que al menos en origen y composición estamos hechos de lo mismo. Desde luego esto no es tan descabellado porque ya estamos acostumbrados a pensar que esto es así porque se nos ha demostrado que es así. Los átomos están en constante vibración y todos los cuerpos están constituidos por ellos, lo único que cambia su forma o su apariencia es la diferencia de electrones, protones y neutrones que posee un átomo. Por esta razón no se puede pensar ya que una piedra es un objeto estático, pues sus átomos permanecen en vibración, sólo que sus vibraciones son muy pequeñas por lo que no podemos percibir su movimiento. Y esto es así porque es sólido y estos cuerpos tienen sus átomos más juntos.
Las células que nos forman, corresponden a patrones de comportamiento. Estos se crean a partir de una misma reacción repetida, haciendo que las neuronas creen conexiones entre ellas y después de un tiempo de continuar con ellas, queden acostumbradas y unidas, prevaleciendo así en un estado. En metafísica esto se llama Cristalización y las cristalizaciones no te dejan avanzar, muchas de éstas están basadas en conceptos erróneos formados por nosotros mismos basados en lo que percibimos como real, y, ¿qué es la realidad?
La realidad depende de nuestra percepción del medio. Puede que para lo que para mí es real, para ti no lo sea. Nuestro cerebro capta millones de bits de información, pero lamentablemente sólo entran dos mil bits de información, ¿qué sucede con lo demás?, nuestro cerebro no está acostumbrado a captar toda esa información dado que no la considera valiosa por no corresponder a nuestros gustos usuales o a lo que usualmente empleamos. Por ello es que al pasar por la calle como si nada, de pronto nos detenemos de golpe frente o al lado de algo porque eso nuestro cerebro lo reconoció como algo que nos gusta o nos puede servir. En éste caso, los ojos sólo son ventanas a esa información para nuestro cerebro. Este funciona en base a recuerdos, los almacena y no puede distinguir entre si es real o imaginario aquellas imágenes que llegan a él, ya que al activarse lo hace directamente en las mismas zonas, lo que produce a menudo confusión.
Al tener contacto con el mundo exterior, nosotros podemos elegir cualquiera de las posibilidades que existen, podemos estar en dos lugares al mismo tiempo, incluso nosotros lo hemos podido percibir pero muchas veces hacemos caso omiso de ello y nos limitamos a continuar con lo que debemos hacer. Lo primordial aquí es que nosotros debemos de saber hacer uso inteligente y consiente de todas esas posibilidades y elegir la más óptima. El problema es que la mayoría de las personas no están conscientes que cada acción por mínima que sea repercute en todo y que por cada una hay diversas posibilidades.
La principal razón por la que la humanidad piensa en conceptos cerrados como “bueno” o “malo” es porque así decidió hacerlo, desde que tiene libre albedrío, el hecho de decidir sobre realizar algo o no. Este concepto también depende de la persona y de su perspectiva, aunque con los años se le ha dado explicaciones del por qué debe de existir “bueno”, “malo” y es compresible, al tener estos conceptos se pueden establecer reglas, normas, leyes que permitan la sana convivencia y respeto entre todos, aun cuando se sabe que es nuestra elección, mucha gente haría/hace uso inadecuado de la libertad al dañar a terceros, esto es porque se cree poseedor de una ventaja y no se detiene a pensar si eso le gustaría a él que sucediera. Es por ello que Kant sostenía “Obra una máxima tal que quieras que se vuelva ley universal”. Aunque no concuerdo mucho con Kant en ciertos aspectos, pues a veces para proteger a alguien se daña a otros, se dice o se supone que siempre debe existir otra forma para evitarlo, sin embargo en la práctica no he logrado verlo o hacerlo.
¿Qué nos mueve actuar? Las emociones. Sin las emociones sería como estar muerto. Las emociones son importantes porque es lo que genera sentido a todo lo que hacemos. Y la inteligencia es importante, porque necesitamos razonar sobre lo que hacemos para elegir y actuar de la mejor manera que consideremos (sin daños a terceros).
Nosotros mismos podemos romper esas cristalizaciones si nos esforzamos por cambiar nuestra mentalidad y querer que así sea, claro, dependiendo de la persona el proceso puede ser complicado o sencillo, pero lo cierto es que apenas cambiando o queriendo cambiar se genera un gran avance, pues las neuronas van a ir perdiendo esos lazos y te permitirán avanzar hacia adelante. Tú mismo puedes poner orden a tus átomos, estabilizarlos y que correspondan a tu mente. Uno de los 7 planos que existen y el que actualmente es el que la raza humana tiene que dominar en ésta era de Acuario. El control de tu mente te puede llevar más lejos, si controlas tus emociones podrás vivir en paz. No quiere decir que te reprimas, porque reprimirse daña el alma (donde se generan las emociones) es sólo que no debemos actuar por impulso, porque la mente es quien controla. Un pensamiento acompañado de un pensamiento genera una energía o acción muy fuerte.
Si nos levantamos todas las mañanas idealizando nuestro día, analizando y decretando lo que nosotros queremos que pase, cambiando nuestra mentalidad pesimista a optimista, que en verdad sea optimista y no sólo positiva por la superficie para esconder lo negativo, entonces atraeremos muchas cosas positivas y “buenas” porque el poder del pensamiento es muy grande y “como es arriba es abajo” por lo que por Ley de Atracción, no puedes atraer sino todo lo bueno y positivo que surja en tu pensamiento en forma material.
De hecho, el poder mental es tan grande que nosotros podemos influir en otra persona con sólo pensarlo. Podemos mejorarle su vida (también empeorarla, pero hacer eso sería un retroceso en nuestra evolución que al final nos acabaría dañando)
Después de todo, nosotros somos una célula de Dios y como tal tenemos poder divino y todo a nuestro favor para ser felices. Y como dicen los físicos cuánticos o todos aquellos que investigan y enseñan al respecto, al igual que los metafísicos “No me creas, sólo hazlo, pruébalo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario